martes, 12 de febrero de 2013

El Amor.




"¿Qué es amor?" 
Es una profunda necesidad de ser uno con el todo,
una profunda necesidad de disolver en una unidad el tú y el yo.
El amor es así porque estamos separados de nuestra propia fuente.
De esa separación surge el deseo de volver al Todo y
de unificarse con Él.


El amor en uno mismo es valioso: no tiene ningún propósito, no tiene ningún fin. Tiene una inmensa significación; una gran alegría; un éxtasis en sí mismo, pero estos no son fines.  El amor es la danza de tu vida.
Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no empieces a exigir; si no desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, siente  gratitud. Si nada  viene, no  es necesario que venga, no lo necesitas,
no puedes mantener esa expectativa. 
El corazón del hombre es un instrumento musical, contiene una música grandiosa. Dormida, pero está allí, esperando el momento apropiado para ser interpretada, expresada, cantada, danzada. Y es a través del amor que el momento llega.
Tu ego se ha convertido en una barrera entre tú y tu tierra: el Todo. El hombre se asfixia, no puede respirar, ha perdido sus raíces. Ya no es alimentado. El amor es un deseo de nutrición; el amor es enraizarse en la existencia.
 Amor es el encuentro, el encuentro orgásmico de la vida y la muerte. Para alcanzarlo, hay cuatro pasos que deben recordarse.
Estar aquí y ahora, porque el amor sólo es posible en el "aquí-ahora". No puedes amar en el pasado.
Aprende a transformar tus venenos en miel. Compartir tus cosas positivas, compartir tu vida, compartir todo lo que tengas. Todo lo bello que tengas, no lo escondas.
Sé la nada. Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada.

 Es muy fácil amar a la gente en lo abstracto, el verdadero problema surge en lo concreto. Y recuérdalo, si no amas a los seres humanos concretos, reales, seres humanos, todo tu amor por los árboles y los pájaros es falso, pura habladuría.

El amor es una flor muy frágil. Tiene que ser protegido, tiene que ser reforzado, tiene que ser regado; sólo entonces se fortalece.

El amor no es un negocio, así que deja de tratarlo como tal. Si no, malograrás tu vida, el amor y todo lo que hay de hermoso en ello, porque todo lo que es bello no es en absoluto negociable. El negocio es la cosa más fea del mundo, un mal necesario. Pero la existencia no sabe acerca de negocios. Los árboles florecen, no es un negocio; las estrellas brillan, no es un negocio y no tienes que pagar por ello y nadie te exige nada. Un pájaro viene y se posa en tu puerta, te canta una canción y no te pide un certificado o algo así. Ha cantado su canción y luego, muy contento se va volando, sin dejar huellas. Así es como el amor crece. Da y no esperes a ver cuánto puedes conseguir.

Conviértete en un individuo, eso es lo primero. Lo segundo: no esperes perfección, no pidas y no exijas. Ama a la gente común. No hay nada de malo en la gente común. La gente común es extraordinaria Cada ser humano es tan único. Ten respeto por ese ser único. Tercero: da y da sin ninguna condición, y sabrás qué es el amor. No lo puedo definir. Puedo enseñarte la forma en que crece. Te puedo enseñar cómo plantar un rosal, cómo regarlo, cómo fertilizarlo, cómo protegerlo. Luego un día, inesperadamente, aparece la rosa, y tu casa se llena de fragancia. Así es como ocurre el amor.

La palabra "amor" puede tener dos significados absolutamente diferentes; no sólo diferentes, sino diametralmente opuestos. Un significado, es el amor como relación de pareja; el otro es el amor como un estado del ser.
En el momento en que el amor se vuelve una relación de pareja, se convierte en esclavitud, porque hay expectativas, hay exigencias y hay frustraciones, y un esfuerzo de ambos lados para dominar. Se convierte en una lucha por el poder, el amor como un estado del ser es una palabra totalmente diferente. Significa que tú simplemente amas; no estás estableciendo una relación de pareja. Tu amor es como la fragancia de una flor. No crea una relación; no te pide que seas de una forma determinada, que te comportes de cierta manera, que actúes de cierta forma. No exige nada. Simplemente comparte. Y en este compartir, tampoco existe el deseo de recibir una recompensa. El mismo compartir es la recompensa.

Cuando el amor se convierte para ti en una fragancia, tiene una tremenda belleza y posee algo que está muy por encima de la mal llamada humanidad. Tiene algo de divino.

Fuente: Vida, amor y risa por Osho

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