"¿Qué es amor?"
Es una profunda necesidad de ser uno con el todo,
una profunda necesidad de disolver en una unidad el tú y el yo.
El amor es así porque estamos separados de nuestra propia fuente.
De esa separación surge el deseo de volver al Todo y
de unificarse con Él.
El amor en uno mismo es valioso: no tiene ningún propósito, no
tiene ningún fin. Tiene una inmensa significación; una gran alegría; un éxtasis
en sí mismo, pero estos no son fines. El amor es la danza de tu vida.
Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no
empieces a exigir; si no desde el principio mismo estarás cerrando las puertas.
No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, siente gratitud. Si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas,
no puedes mantener esa
expectativa.
El corazón del hombre es un
instrumento musical, contiene una música
grandiosa. Dormida, pero está allí, esperando el momento apropiado para ser
interpretada, expresada, cantada, danzada. Y es a través del amor que el
momento llega.
Tu ego se ha convertido en una
barrera entre tú y tu tierra: el Todo. El hombre se asfixia, no puede respirar, ha perdido sus raíces.
Ya no es alimentado. El amor es un deseo de nutrición; el amor es enraizarse en
la existencia.
Amor es el encuentro, el encuentro orgásmico de la vida y la muerte. Para alcanzarlo, hay cuatro
pasos que deben recordarse.
Estar aquí y ahora, porque el amor sólo es posible en el "aquí-ahora".
No puedes amar en el pasado.
Aprende a transformar tus venenos en miel. Compartir tus cosas positivas,
compartir tu vida, compartir todo lo que tengas. Todo lo bello que tengas, no
lo escondas.
Sé la nada. Una vez que comienzas a pensar que eres
alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien
que no es nadie. El amor mora sólo en la nada.
Es muy fácil amar a la gente en lo abstracto, el verdadero problema surge en
lo concreto. Y recuérdalo, si no amas a los seres humanos concretos, reales,
seres humanos, todo tu amor por los árboles y los pájaros es falso, pura
habladuría.
El amor es una flor muy frágil. Tiene que ser protegido, tiene que ser reforzado, tiene que ser regado;
sólo entonces se fortalece.
El amor no es un negocio, así que deja de tratarlo como tal. Si no, malograrás tu vida, el amor y todo lo que hay de hermoso en ello, porque todo lo que es bello no es en absoluto negociable. El negocio es la cosa más fea del mundo, un mal necesario. Pero la existencia no sabe acerca de negocios. Los árboles florecen, no es un negocio; las estrellas brillan, no es un negocio y no tienes que pagar por ello y nadie te exige nada. Un pájaro viene y se posa en tu puerta, te canta una canción y no te pide un certificado o algo así. Ha cantado su canción y luego, muy contento se va volando, sin dejar huellas. Así es como el amor crece. Da y no esperes a ver cuánto puedes conseguir.
Conviértete en un individuo, eso es lo primero. Lo segundo: no esperes perfección, no pidas
y no exijas. Ama a la gente común. No hay nada de malo en la gente común. La
gente común es extraordinaria Cada ser humano es tan único. Ten respeto por ese
ser único. Tercero: da y da sin ninguna condición, y
sabrás qué es el amor. No lo puedo definir. Puedo enseñarte la forma en que
crece. Te puedo enseñar cómo plantar un rosal, cómo regarlo, cómo fertilizarlo,
cómo protegerlo. Luego un día, inesperadamente, aparece la rosa, y tu casa se
llena de fragancia. Así es como ocurre el amor.
La palabra "amor" puede tener dos significados absolutamente
diferentes; no sólo diferentes,
sino diametralmente opuestos. Un significado, es el amor como relación de
pareja; el otro es el amor como un estado del ser.
En el momento en que el amor se vuelve una relación de pareja, se convierte
en esclavitud, porque hay expectativas, hay exigencias y hay frustraciones, y
un esfuerzo de ambos lados para dominar. Se convierte en una lucha por el
poder, el amor como un estado del ser es una palabra totalmente diferente.
Significa que tú simplemente amas; no estás estableciendo una relación de
pareja. Tu amor es como la fragancia de una flor. No crea una relación; no te
pide que seas de una forma determinada, que te comportes de cierta manera, que
actúes de cierta forma. No exige nada. Simplemente comparte. Y en este
compartir, tampoco existe el deseo de recibir una recompensa. El mismo
compartir es la recompensa.
Cuando el amor se convierte para ti en una fragancia, tiene una tremenda belleza
y posee algo que está muy por encima de la mal llamada humanidad. Tiene algo de
divino.
Fuente: Vida, amor y risa por Osho