No puedes tocarla pero
afecta a tus sentimientos.
No puedes verla pero está
ahí, cuando te miras al espejo.
No puedes oírla pero está
ahí, cuando hablas de ti mismo.
¿Qué es eso tan
importante y misterioso?
¡Es tu autoestima...!
¿Qué es la autoestima?
Para entender la autoestima, nos ayudará
el descomponer el término en dos palabras. Veamos:
La palabra estima.
Estima es una palabra extravagante que expresa que alguien o algo son
importantes o que se da valor a esa persona o cosa. Por ejemplo, si realmente
admiras al papá de tu amigo porque ofrece sus servicios como voluntario en el
cuerpo de bomberos, significa que lo tienes en gran estima. Y el trofeo
especial para el mejor jugador de un equipo se denomina, por lo general,
“estimado trofeo”. Eso significa que el trofeo representa un logro importante.
Y auto significa, bueno... ¡tú mismo!
Así que une ambas palabras y será más fácil entender qué es la autoestima. Se
refiere a cuánto te valoras a ti mismo y lo importante que te consideras. Hace
referencia a cómo te ves a ti mismo y cómo te sientes por tus logros.
La autoestima no significa alardear de lo maravilloso
que eres sino, más bien, saber discretamente que vales mucho (de hecho, ¡que no
tienes precio!). No se trata de pensar que eres perfecto ―porque nadie lo es―
sino de saber que eres digno de ser amado y aceptado.
Porque
es importante tener autoestima?
La autoestima no es como ese par de sandalias que te
encantaría tener, pero que no necesitas. Un niño necesita tener autoestima. La
alta autoestima es importante porque te ayuda a mantener la cabeza bien alta y
a sentirte orgulloso de ti mismo y de lo que puedes hacer. Te proporciona valor
para experimentar cosas nuevas y el poder de creer en ti mismo. Te permite
respetarte a ti mismo, incluso cuando cometes errores. Y cuando te respetas a
ti mismo, por lo general, los adultos y otros niños también suelen respetarte.
La alta autoestima también es tu pasaporte para tomar
buenas decisiones relacionadas con tu mente y tu cuerpo. Si crees que eres
importante, es menos probable que te dejes arrastrar por tus amigos cuando
hacen alguna tontería o algo peligroso. Si tienes una alta autoestima, sabes
que eres lo suficientemente inteligente como para decidir por ti mismo. Valoras
tu seguridad, tus sentimientos, tu salud... ¡todo tu ser! La alta autoestima te
ayuda a saber que cada parte de ti merece ser cuidada y protegida.
Cómo
adquieren los niños su autoestima
Los bebés no se ven a sí mismos de forma buena o mala.
No piensan: “¡Soy genial!” cuando sueltan un buen eructo o “¡Oh, no, este pañal
hace que mis piernas se vean raras!”. Más bien, las personas cercanas al bebé
le ayudan a desarrollar su autoestima. ¿Cómo? Animándole cuando aprende a
gatear, caminar o hablar. A menudo, le dicen: “¡Buen trabajo. Bien hecho!”.
Cuando las personas cuidan bien de un bebé, también les ayuda a sentirse amados
y valiosos.
Cuando los niños crecen, pueden tener un papel más
importante en el desarrollo de su autoestima. Los logros ―como conseguir buenas
notas en un examen o formar parte del equipo de fútbol estelar― son cosas de
las que un niño puede sentirse orgulloso, así como tener un buen sentido del
humor o ser un buen amigo.
La familia de un niño y otras personas de su entorno
(como entrenadores, compañeros de equipo y compañeros de clase) también pueden
elevar su autoestima. Pueden ayudar a un niño a aprender a hacer las cosas o a
darse cuenta de sus cualidades. Pueden creer en el niño y animarlo a volver a
intentar algo que no le salió bien la primera vez. Todo es parte de ese
aprendizaje que les hará verse a sí mismos de forma positiva, sentirse
orgullosos de lo que han hecho y seguros de que pueden hacer mucho más.
Sobre
la baja autoestima
Quizá conozcas a niños con baja autoestima que no
tienen muy buena opinión sobre sí mismos o que parecen criticarse demasiado. O
quizá tú tienes una baja autoestima y casi nunca te sientes bien contigo mismo
o crees que no eres importante.
A veces, un niño tendrá baja autoestima si sus padres
no le animan lo suficiente o si se grita mucho en casa. Otras veces, la
autoestima de un niño puede resentirse en el salón de clase. Un maestro puede
hacer que un niño sienta que es tonto o quizás le acose algún compañero.
Para algunos niños, es posible que las clases les
resulten tan difíciles que no puedan mantener el nivel exigido o sacar las
notas que esperaban. Eso puede hacer que se sientan mal consigo mismos y dañar
su autoestima. Su autoestima mejorará cuando un maestro, tutor u orientador les
anime, tenga paciencia con ellos y les ayude a ponerse al día. Cuando empiecen
a mejorar, ¡su autoestima se disparará!
Hay niños que tienen una alta autoestima pero, de
repente, ocurre algo que lo cambia todo. Por ejemplo:
- Si un niño
se muda de casa y no hace amigos inmediatamente en la nueva escuela,
podría empezar a sentirse mal.
- Un niño
también puede ver su autoestima afectada tras el divorcio de sus padres.
Puede sentirse poco querido(a) o culpable del divorcio.
- Un niño
que piensa que está demasiado gordo o delgado puede empezar a creer que
eso significa que no es lo suficientemente bueno.
- Los
cambios corporales de la pubertad ―algo por lo que todo el mundo
pasa― puede afectar a la autoestima de un niño.
Elevando
tú autoestima
Claro que es normal tener altibajos emocionales, pero
no es bueno tener baja autoestima. Sentir que no eres importante puede
entristecerte e impedir que pruebes cosas nuevas. Puede impedir que hagas
amigos o perjudicar a tu rendimiento escolar. Tener una sólida autoestima
también es una parte importante del crecimiento. Cuando creces y tienes que
tomar decisiones difíciles ―especialmente por presión social― cuanta más
autoestima tengas, mejor. Es importante que sepas lo que vales.
Si crees que tienes baja autoestima, intenta hablar de
ello con un adulto en quien confíes. Quizás pueda ayudarte a buscar formas de
elevar tu autoestima.
Mientras tanto, aquí te damos algunos consejos para
elevar tu autoestima:
- Haz una
lista de las cosas que se te dan bien. Puede
ser dibujar o cantar, practicar un deporte o contar chistes. Si no sabes
qué poner en la lista, pide a tus padres que te ayuden. Luego, añade
algunas cosas que te gustaría hacer bien. Tu mamá o papá pueden ayudarte a
buscar una forma de desarrollar estas habilidades o talentos.
- Elógiate
tres veces al día. No
digas sólo: “Soy genial.” Sé específico, como: “Hoy fui muy buena amiga
con Jill” o “El examen me salió mejor de lo que pensaba.” Cuando estés
haciendo esto, todas las noches antes de ir a dormir, enumera tres cosas
que te hayan hecho realmente feliz ese día.
- Recuerda
que tu cuerpo es tuyo, sin importar qué forma, tamaño o color tenga. Si te preocupa tu peso o talla, puedes ir al médico para
asegurarte de que todo está bien. Recuérdate a ti mismo qué partes de tu
cuerpo son buenas, como: “Tengo unas piernas fuertes y sé patinar muy
bien.”
- Recuerda
que hay cosas de ti mismo que no puedes cambiar. Debes aceptarlas y amarlas (como el color de tu piel y el número
de calzado) porque son parte de ti.
- Cuando
escuches comentarios negativos en tu mente, dite: “Deja de hacerlo”. Así le quitarás poder a la voz interior que te desanima.
Si te centras en las cosas buenas que haces y en tus
grandes cualidades, aprenderás a amarte y a aceptarte a ti mismo...
¡ingredientes principales para una sólida autoestima! Incluso si aún puedes
mejorar (y ¿quién no?), tu autoestima brillará cuando te des cuenta de que eres
una persona valiosa e importante.
Gracias! Interesante texto con recomendaciones valiosas. Gracias!
ResponderEliminarGracias Yvelys por estar siempre presente.
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